El plástico de alto rendimiento garantiza la calidad y la longevidad de los productos. Por ejemplo, protege la tinta de los instrumentos de escritura para que no se sequen, de modo que los bolígrafos puedan utilizarse durante más tiempo y se produzcan menos residuos.
No obstante, el objetivo corporativo declarado del Grupo Faber-Castell es reducir continuamente la proporción de plásticos convencionales en todo el mundo o sustituirlos por materiales reciclados para seguir mejorando nuestra huella de carbono. Desde 2016, los bolígrafos se fabrican con material reciclado, es decir, con plásticos reutilizados. Para ello, se procesan los residuos de plástico y se utilizan como nueva materia prima en la producción. Cada vez son más los centros de producción, como la planta de Engelhartszell (Austria), que utilizan con éxito el material reciclado, por lo que cada vez hay más productos de plástico reciclado en el mercado. En estos productos, la carcasa está hecha principalmente de material reciclado.
Al mismo tiempo, los envases desechables están siendo sustituidos por papel o plástico reciclado. Para prolongar aún más la vida de los productos, muchos de ellos son recargables.